
María Isabel García Mayorca
A continuación, presentamos una selección de poemas de María Isabel García Mayorca. Nació en Guamal, Magdalena, Colombia. Desde su más tierna infancia reside en Bogotá. Realizó estudios de Periodismo y Pedagogía. Finalista del Concurso Museo Rayo y ganadora del Concurso Nacional Contrababel _La poesía en los oficios - convocado por la Casa de Poesía Silva. Su obra ha sido traducida al inglés y al portugués. Ha dado numerosos recitales en Bogotá y otras ciudades del país. En Guadalajara y Colima (México). En Quito. Artículos y poemas han sido publicados en revistas y periódicos nacionales e internacionales, a saber: Periódico El Tiempo. Lecturas Dominicales, 1990, Bogotá. Revista Contorno Judicial, Bogotá, 2000-2008 Publicaciones Museo Rayo, Roldanillo, Valle, Colombia,2000. Memorias de la Segunda Expedición por el Éxodo, Bogotá, 2002. Revista Golpe de Dados, Bogotá, 2007. Revista Casa de Poesía Silva, Bogotá, 2007. Revista de poesía Prometeo. Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2008- 2017. Revista Literaria Puesto de Combate, Bogotá, 2011. Revista Taller, Bogotá, 2011. Revista Memorias del VII Recital de Poesía desde el Sur, 2011. Revista Nacional de Arte y Cultura, Suenan Timbres 2012. El Colimón, Estado de Colima, Colima, 2013. Palabra en Territorio. Antología de Poesía y cuento. Asociación de Artes Escénicas Kábala Teatro. 2014. Bogotá. Marejada, Antología de mujeres poetas del Magdalena, Santa Marta, 2014, selección del poeta Hernán Vargascarreño, 2014. Ecos de la Costa, Guadalajara, México, 2015. El Colimón, Estado de Colima, Colima, México, 2013. Entre otras publicaciones. Libros publicados: Todo abril y lo que va de mayo. Ediciones San Librario, Bogotá, 2011. Viaje entre relámpagos. Ediciones Isla de Libros, Bogotá, 2017. Meridiano Interminable. Antología poética, Corporación Cultural Alejandría, Tunja, Boyacá, 2020. Libros inéditos: Y tanto sol en la memoria. (Poesía) Poemas de sol y vuelo (poesía) Los cuentos de la prima María. Chagall en los espejos. Por las calles del cielo (Los tres últimos con registro para niños).
RECORDANDO A ARMANDO
Acaso imaginas Armando
que leo con apetencia
tu libro Asumir el tiempo
y el corazón salta
igual que liebre.
Son aquellos años jóvenes
entre mis puños.
Buscábamos reconstruir
el amor y los sueños.
Aquí estoy
ideando el mañana.
Te fuiste
un mediodía de enero
y aún soñabas y
jugabas
como un niño.
Ahora veo tus ojos
donde África en resistencia
se quedó grabada.
ESCUCHANDO A ROBERT JOHNSON
Esta mañana he escuchado
y he bailado un concierto
de blues.
Todo, todo está ahí
barajado entre la música y la voz
de Robert.
Están los años antiguos y los nuevos.
Hemos sobrevivido, sobreaguado
en la aventura de los días
que uno a uno realizan su tramado.
Sin embargo, poseída por la música
he bailado y he sido feliz
en horas perdurables.
No a los agravios de los días
revive siempre a los que te amaron.
A Camilo Orozco
A CADA INSTANTE HAY ALGUIEN QUE ESPERA
Ellos están ahí junto a la mesa
a la vuelta de una esquina
en la estación del tren
en la flor amarilla sin retorno.
Se posan en la cama
en el baño o tal vez
frente al espejo
quizás en un parque
contiguo a las estatuas.
Ellos los que surgieron
al nacimiento del amor
los avezados, los veleidosos
se quedan para siempre.
En todo sitio a cada instante
hay alguien que espera.
EN VÍSPERAS DEL CREPÚSCULO
Al atardecer las frondas
bostezan ahítas
de lluvias y relámpagos .
Rumorosas las señoras
doblan sabanas
de olor enternecido
acicaladas para el instante
de la entrega.
A ritmo de alisios
danzan ángeles
en el patio.
Y las horas acomodan
su cansancio
en un aliento de melisa
y hierba buena
mientras la luna
inicia su paisaje.
MERIDIANO
Con sus alas de mandarina
los canarios
abren su canto
al sol de agosto.
La luz navega
el rugido de las ramas
y el novio pájaro
danza
el deseo que lo calcina.
Fascinada con el festival
de las acacias
me elevo desde el polvo
y la música advierte
que no hay nada más cierto
que este instante.
A LOVE SUPREME
John Coltrane
murió de cáncer
a los cuarenta años.
Con su saxofón
aún nos lleva al cielo.
Al paraíso
que habita en nuestros cuerpos.
El tiempo se expande
en su inmortal
A Love Supreme
para curar la herida.
Y su hechizo
cuelga de mi pecho
POÉTICA DE LA COCINA
Semejante a la liturgia del poeta
inicia el ritual de las especias:
Un poco de jengibre de Etiopía,
canela de Ceilán,
mostaza de Chipre,
achiote y pimentón de América,
Estragón de las estepas de Asia.
De las Mil y Una Noches
Bagdad con sus esencias de rosas
y jazmines. Naranjas
de los valles del Tigris y del Éufrates.
Sibilinas manos sazonadas
de buen humor,
hierbas nobles y entusiasmo.
Fusión de colores, sabores y perfumes
enjoyan las carnes, las viandas,
los postres y las verduras frescas.
Bondades del mantel.
Jarcias del amor con música de Bartok.
Sobre la mesa del hogar en domingo,
la fiesta del universo todo.
Sísifo renovado
estalla en gozo.
A Lolita
VERANO DE MUJER
Te dejaré
un verano de mujer
cuando el otoño
nos entregué el abrigo
de las últimas hojas
y la borrasca del invierno
encienda el fuego
que un día heredamos.
No habrá tiempo para el llanto.
La tristeza -fiera acosada-
ocupará el rincón
del misterioso olvido.
Y el amor
ese indescifrable enigma
evitará la poda que nos hiere.
RETORNO
El perfume iluminaba
el paraíso de la infancia.
Fluía el amor en cada hoja
en cada floración
al cuidado de la niña Lola.
Hasta que el poder
sin nombre
codició el encanto de las rosas.
Hecho añicos el jardín
fue derribado.
Sobre los despojos
la diosa enfebrecida
infundió vida.
En corto viaje
el reloj
trajo las primeras flores.
La alegría de los aromas
retornó a la casa.
A Lolita Tapia de García Mayorca
CON CANTOS DE AMOR ROMPEN SUS CADENAS
En estas calles sombrías
los árboles paridos
de pájaros ausentes
lamentan y ahuyentan la muerte.
A lo lejos
desde la Avenida Diecinueve
se escuchan cantos y proclamas
de jóvenes que velan
al bello joven muerto
en pacífica marcha.
Con cantos de amor rompen
sus cadenas.
A Dylan Cruz
VOLVERÁN A CANTAR EN NOCHES DE LUNA LLENA
“Si su hijo es juicioso acuéstelo temprano,
de lo contrario nosotros se lo acostaremos”.
A.U.C. (valla en la costa Atlántica)
Antes los veía haciendo castillos
En la arena.
Improvisando dulces y vigorosas canciones.
Poemas que también cantábamos
al son de las estrellas y la luna llena
en la remota infancia.
Ahora sus voces cortadas
deambulan entre el asombro
Y la desmemoria.
-Los niños de mi tierra
no cesan de improvisar historias-
Algunas saltan puntuales
a recordarnos que solo el amor
les devolverá el canto de las mariposas
en las tardes del “juio” y de la “lleva.
Los niños de mi tierra
volverán a cantar
jugando a la “nonina”
en noches de luna llena.
“juio”, “lleva”, “nonina”, antiguos juegos de tradición oral de mi tierra.