
Gustavo Osorio de Ita
Gustavo Osorio de Ita
El poeta de Puebla, México, nos presenta una selección de su poemario Las armas de mi padre (Círculo de Poesía Ediciones, 2022).
Palinodia
No it is not the true story.
No you never went on the benched ships
No you never came to the towers of Troy
–The Palinode of Stesichoros
No estoy entrando a tu cuarto
Ni removiendo con los ojos
Sombras que se gastaron con los años y se fueron
Quedando retazos sobre las cosas que no dejaste
No miro detenidamente la fotografía
Sólo no la toco con mi mano
Que no dejaste aquí lejos
No abro y cierro compulsivamente los cajones
La madera no estará henchida
Ni las agarraderas de latón en brillo
Así como tampoco espero que dentro un mapa
Una brújula un código secreto
Que no me dice que en una costa
De un país que no está más allá del sueño
Que nunca vimos juntos no se yergue un faro
Cuyo foco roto no alumbra la ruta
Por donde el barco que no se hunde millas antes
De no llegar a costa alguna y no nos encontramos
De nuevo para negarnos no
No estoy ahí
Tú no te has ido
Oráculo
Or perhaps, once one begins,
there are only endings
–Louise Glück
Apolo lee los oráculos abriendo el cuerpo de un zorzal
Tras haber atravesado su trino y su cráneo con una flecha dorada
Adentro mira a quien ha robado su posesión
Quién es el dueño de la arrogancia suficiente como para robar a un dios
Así se lee la suerte
Adentrándose en el cuerpo de una criatura que nada tiene que ver
Con el crimen.
Cuando se adentra en tu vientre el escalpelo
Haciendo a un lado tu hígado y el aire de premonición
Con el que días antes me decías que algo andaba mal
Lo que buscan es la suerte de alguien un aviso
Pero que no son tuyos ni para ti
Así como el zorzal nada tiene que ver con el ganado
Que yace lejos con Hermes niño.
Estoy pensando quién se ha robado y por qué ha sido el tiempo
Aquello que se ha robado y también cuántas horas juntas
Te quedan
El mito termina con la invención de la lira y la poesía
Ahí está el perdón
Yo estoy leyendo el oráculo como si fuera para mí
En la sala de espera de un hospital donde sólo silencio
Estoy seguro que en otra parte
Este es otro mito que se escribe
Y se olvida
Tiempo de recuperación estimado
Cuánto puede tardar en volver a ser quien era
Porque el tiempo que he tardado en acostumbrarme
A quien soy yo cuando estas enfermo
Ha sido de aproximadamente dos años y tres días
Rojos y derramándose sobre tu cama
Así te encontré y he visitado con miedo
Tu mundo tu casa tu cama
Buscando a tientas con los ojos primero el color
Sólo he encontrado días blancos
Cada vez te encuentro vivo pero menos
Levemente menos tú
El rojo tarda en desprenderse del blanco
10800 segundos dependiendo si el rojo
Quiere decir dolor o arrepentimiento
Pero si el rojo significa decir sangre
Puede desprenderse nunca porque la traigo dentro
Así que creo estoy mintiendo persistente y adheridamente
Al decir que me he acostumbrado
Porque perder el miedo no es acostumbrarse
Sino enterrar toda esperanza
Como un animal pequeño y dormido
Todavía demasiada sangre dentro de su cuerpo
Recorriéndolo lentamente
Acariciando la piel desde el otro lado
Te visito
De cualquier forma si volvieras a ser quien fuiste
O si despertaras bajo tierra
Gritando odios con la boca en polvo
Arañando el cielo y arrancándolo a pedazos
Estaríamos de vuelta aquí
Estamos ensayando simulacros del dolor
Preguntamos por otro tiempo
Nos acostumbramos siempre un poco menos
A lo que queda de vida
Someone is anyone is war is “who is that at the door”
—Anne Carson
Normandía I
Eisenhower tenía solo 195,000 nombres para gastar entre los ocho posibles puntos de desembarco en Europa y terminar con la Guerra que terminaría con todas las guerras o con el mundo
390,000 manos que todo mundo sabía no eran bastantes ni suficientes se levantaban bajo la ronca voz del comandante en jefe de las tropas en aquel discurso de Milwaukee y pienso papá
Que esto que me estás contando con tu voz que contra todo presagio se ha vuelto dulce y suave con los años
Como deslizándose lentamente hacia un silencio indefinido y frío
Que esto que me dices sin mirarme sino viendo otra guerra que no acabó nunca
Y de la cual tampoco fuiste partícipe que esto algo tiene que ver con las decisiones que tomaste
Con un derrame en el hipotálamo con estar postrado y yo pensando aquí mientras te escucho
Que habrían sido cerca de 975,000 dedos los que se aferraban a aquellos buques compactos como ataúdes grandes
Donde cabían más de cuarenta hombres adultos suficientemente jóvenes como para extrañar aún a sus padres vivos
Pero suficientemente afortunados como para no soportar la carga de una muerte lenta ya fuera propia o ajena
Ochenta manos por buque 4870 ataúdes compartidos
Que desembarcaron un mismo día en las costas de Normandía me dices
Que era la única manera que si repartimos la fuerza si no nos jugamos todo a un solo golpe de suerte a la contención de un derrame que pueden ser aguas rojas e ínfimas comparadas con aquel mar que si no somos una última sorpresa si no lo apostamos todo cuanto tenemos todo cuanto somos a ese final y cruel acto de fe
Estamos muertos
Y yo me callo y te busco la mirada
Creo poder ver relucen en tus lentes de pasta negra
Costas de una Europa fría que ya no existe y donde es junio
Y te juegas la vida en el recuerdo
Teoría
si lanzas una jaula con un pájaro adentro de un alto risco en teoría el pájaro está en el aire. todo depende de qué tan alto sea el risco. todo depende de que tan rápido sea el aleteo de las alas del pájaro. todo en este mundo hecho de tormentas y caídas depende de qué tan brillantes sean los colores de las alas de los pájaros que vemos desprenderse. o del temblor en las manos. también importa si el ave recuerda algo distinto a la jaula. también importa si la jaula decide mantenerse cerrada porque nada puede ser una jaula sin un pájaro. en teoría deberíamos morir juntos. en teoría tú eres la jaula y yo soy una variedad de pájaro que se niega a aprender a volar. pero hay que recordar que en teoría todo pájaro es anterior a toda jaula. en teoría nadie debería soltar la jaula con un pájaro adentro de un alto risco si es que aún importa algo la vida. no sé de quién será la mano que suelte a la jaula y al pájaro. en teoría no sé de quién es el temblor en la mano. en teoría quizás el pecho del ave fue atravesado por una bala pequeña años antes de que alguien pensara siquiera en soñar esta jaula.
Gustavo Osorio de Ita (1986, Puebla, México). Ha publicado poemas en medios nacionales e internacionales, así como el poemario Bonapartes (Conaculta, 2012) y Las armas de mi padre (Círculo de Poesía Ediciones, 2022). Algunos de sus poemas han sido traducidos a inglés, rumano, chino, francés, árabe y griego. Ha publicado, en traducción, Almuerzo con Pancho Villa de Paul Muldoon (Valparaíso, 2016), Vuelo y otros poemas de Kwame Dawes (Valparaíso, 2017), Otros vislumbres. Poesía actual de la India (Círculo de Poesía Ediciones, 2018) y La nadadora deshuesada de Linda Maria Baros (Círculo de Poesía Ediciones, 2023). Fue invitado a la residencia creativa en el Lu Xun Literary Insitute en la ciudad de Beijing en 2017 y, en 2020, obtuvo por la colección de poemas titulada Goldsmith of a farce el “Annual PoetAward”, concedido por el del tercer encuentro Silk Road Poetry en China.