Revista Latinoamericana de Poesía

Revista Latinoamericana de Poesía

post

Francesco Tomada



Marisa Martínez Pérsico y Uberto Stabile nos comparten una traducción y selección del célebre poeta italiano Francesco Tomada (Údine (1966). Ha sido galardonado con diferentes reconocimientos: Premio Città di Salò, Premio Litorale, Premio Baghetta, Premio Osti, Premio Gozzano, Premio Percoto. Los poemas pertenecen al libro A cada cosa su nombre (Ediciones Garvm, Conil de la Frontera, Cádiz, 2025), primera traducción al español.

 

 


A cada cosa su nombre (2025, selección de poemas)

 

 

 

 


(habla ella)

nos separamos después de veinticinco años
pero estábamos solos ya desde mucho antes
dicen que los hijos dan fuerza pero no es verdad
los hijos dividen son cansancio
y no dejan tiempo suficiente ni para ellos ni para nosotros
y cuando trabajaba en Belluno tú entregaste
las llaves de nuestra casa a tu hermano
para que hiciera el amor con su chica
era mi manojo de llaves
era el amor destinado a mí el que dejabas para otros
justo en la habitación que
habíamos construido juntos
para preservarlo

 

 

 

 

IX.

El domingo por la mañana se mudó la familia de bosnios
que vivía enfrente

subieron a un furgón sin techo
todas sus cosas
colchones muebles y los juguetes de los hijos

la gente a la salida de misa les miraba
sin comprender cómo se podía
trasladar una casa entera en un solo viaje

han saludado sonriendo como siempre
después han subido
se han puesto en marcha y han partido

la última imagen que queda de sus vidas
es una pintada con rotulador negro sobre el cajón
colgado atrás

FRÁGIL

 

 

 

 


VII.

Tu pecho ocupa exactamente el cuenco de mi
Mano

hoy tengo los dedos cortados y llenos de astillas de madera
y hay un cumplido que me asusta
y no te puedo decir: tu cuerpo tiene
la forma de mi dolor

 

 

 

 

I. Yo vivo aquí pt. I


Una vez vine aquí a Redipuglia*, entre todos los nombres buscaba uno para mi hijo que iba a nacer, buscaba una idea. Después elegí otro, no quería que recibiese una herencia tan pesada, ya bastaba con mi apellido. Y sin embargo aquí tienen muchos nombres, treinta mil nombres para generaciones enteras de hijos del nordeste y setenta mil soldados desconocidos, incluso para todas las veces en que se hizo el amor y no nació nada.

[* Redipuglia: Cementerio de guerra con más de cien mil tumbas en Gorizia, norte de Italia]

 

 

 

 

 

(habla ella)

El hijo de mi hijo tiene siete años y me pregunta
justo a mí
cómo se sobrevive a un infarto
y cómo se ven las cicatrices sobre el corazón

si se pudiesen apoyar los dedos
lo sentirías como una línea un poco más
dura que el resto
es un músculo que ya no logra latir
pero tiene partes buenas, ahí sigue
y es su manera de vivir de nuevo

quizá por eso, instintivamente, le tiendo la mano
y él la toma

 

 

 

 

 

XII. Yo vivo aquí pt. II

Te quiero describir un horizonte:
desde la pendiente de Podgora a la cuenca donde
reposa la ciudad y después al morro oscuro
del Sabotino serán tres kilómetros en línea recta.

Ahora lo quiero medir:
para llenar el cielo basta un puñado de golondrinas
en vuelo;
hace noventa años para tomar esta tierra murieron
cuatrocientos mil soldados.

Gorizia tiene cuarenta mil habitantes, por cada uno
de nosotros hay diez muertos.
Las golondrinas, en cambio, no alcanzan para todos.
Por ello, cuando llega una, hace primavera.

 

 

 

 

IV. Escribidlo no lo digáis

Llegas corriendo con un folio en la mano
garabateas cualquier cosa y me dices
es un regalo para mamá
¿me ayudas a cortarlo?

cojo las tijeras y te complazco
tú tomas lo que querías
y te vas deprisa

a cada uno lo que le corresponde:
a mí un pedazo de papel y dentro
un agujero en forma de corazón

 

 

 

 

 

V.

Si lo que estamos viviendo es el amor
pensemos qué hay más allá
porque habíamos jurado dos cosas

la primera: seremos fieles no por obligación
sino por voluntad

segunda: conformarse
es como traicionar

 

 

 

 

 

VI. Pompeya

Cuando dentro de dos mil años excaven esta tierra
encontrarán nuestros cuerpos ya convertidos en piedra
en la misma posición en la que nos dormimos hoy
tú vuelta de costado
yo abrazado y apoyado sobre tu espalda

y nunca sabremos si nuestro cariño
fue tan grande para superar el tiempo
o si fue la costumbre de los gestos repetidos
endureciendo el amor
hasta transformarlo en piedra

 

 

 

 

 

IV.

Llueve a cántaros esta noche
el sonido del agua en los canalones es sordo y continuo
como el ruido de los bombarderos cuando volaban hacia Belgrado
como una conciencia que está por cobrar una cuenta sin saldar
tú duermes yo estoy despierto tengo los ojos vivos de inquietud tras los párpados
mientras cada gota que cae si cae quiere decir que pesa más que el cielo entero
y así te abrazo para protegerte – protegerte de qué me pregunto
y respondo: en noches como esta para protegerte de mí

 

 


Francesco Tomada, poeta italiano nacido en Údine (1966) y residente en Gorizia, donde enseña biología y química en el bachillerato. Es el curador de una antología sobre la poesía goriziana desde 1861 hasta la actualidad. Ha publicado los libros de poemas L’infanzia vista da qui (Sottomondo, 2005), A ogni cosa il suo nome (Le Voci della Luna, 2008); Portarsi avanti con gli addii (Raffaelli, 2014); Non si può imporre il colore ad una rosa (Carteggi Letterari, 2016); Affrontare la gioia da soli (Pordenonelegge/Samuele, 2021). En 2022 publicó Il figlio della lupa (Bottega Errante Edizioni), una novela escrita a cuatro manos co Anton Špacapan Vončina. A ogni cosa il suo nome se publicó en 2008 (editorial Le Voci della Luna) e inmediatamente empezó a ganar todo tipo de reconocimientos nacionales: Premio Città di Salò, Premio Litorale, Premio Baghetta, Premio Osti, Premio Gozzano, Premio Percoto. Acaba de publicarse por primera vez en español, en traducción de Uberto Stabile y Marisa Martínez Pérsico (A cada cosa su nombre, Ediciones Garvm, Conil de la Frontera, Cádiz, 2025). Esta es una selección de ese libro.

 



Nuestras Redes