Revista Latinoemerica de Poesía

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La ventana de la luna, de John Henry Fonseca



¨Había una vez un hombre que se durmió, “durante treinta largos años había estado viviendo en un espejismo”. ¡Qué rápido pasó! Ya no va a la escuela, colegio o universidad. Su meta es poetizar la vida ¡Misión cósmica! junto a sus queridos seres plumados. Es padre de Samuel e Isabella, hijo, hermano, amigo, lector, escritor de cuentos y poemas. Le gusta el avistamiento de aves, jugar fútbol y ajedrez. Le gustaría tener la sabiduría de su padre, la infinita bondad de su madre, la imaginación de su hijo, la destreza de su hija, la nobleza de su hermano, y la risa de su hermana. ¨ Estas son las palabras con las que se define y presenta John Henry Fonseca Guarín (Bogotá, 1983) Poeta, cuentista, dramaturgo, guionista, novelista. Licenciado en español y lenguas extranjeras de la Universidad Pedagógica Nacional. Finalista del Premio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza 2022. A continuación un conjunto de poemas de su libro La ventana de la luna, ganador del Premio I Covocatoria Nacional de Poesía Infantil, Cuadernos Negros, El Magazín Cultural de El Espectador 2022, cuyos jurados fueron Mariana Valencia, Horacio Benavidez y Bibiana Bernal.

 

 

 

 

Hojas

 

 

Entre brumas

la tierra húmeda se vuelve rocío:

                                              notas del bosque sagrado.

 

 

 

 

 

Los amigos

 

 

Desde la casa en el árbol contemplan el atardecer.

 

Empalman sus pies a la tierra esquejes de fuego

dentro del círculo del mundo.

 

Cerca del lago

con una caña de bambú

atrapan el p e z m a r      i               p             o sa

que los acompaña hasta hoy.

 

 

 

 

¿Qué soñaste anoche?

 

 

I.

El viento despierta

las hojas de Maléiwa (Dios creador),

allí arriba, muy lejos cerquita de Caí (el Sol), recordé la primera canción del pájaro Utta

él fue quien nos organizó en clanes, y explicó las normas de convivencia, gracias a sus logros fue premiado

con collares de colores del ojo de Dios, además del don de la clarividencia

y el buen humor.

 

II.

En el arroyo

se quita el barro un colibrí

que pescaba cangrejos.

 

III.

En el arroyo

las niñas lavanderas juegan con la lluvia.

 

IV.

En el corazón de un niño inquieto

parpadea una llama: serpiente de

ensueño.

 

 

 

La luna de queso

 

Pájaros cantores miran

con curiosidad

los cráteres de la Luna de queso

que se encuentra a trescientos ochenta y dos mil

kilómetros de la tierra.

 

Una paloma blanca

reposa sobre cables de alta tensión

frente a mi ventana husmea la vida y delira.

Alivia

el frío del alba.

 

 

 

Juglar

 

Por unas monedas

               lanzo fuego hago piruetas

                               recito un poema

                                       cargo tu espejo.

 

 

 

 

 

Despertar

 

 

I.

Sobre los tejados

las palomas emprenden el vuelo, saludan al sol.

 

II.

En el parque

mis amigos vuelven a jugar.

 

III.

Me sirvo un agua de panela que caliente el corazón.

 

 

 



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