Revista Latinoemerica de Poesía

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Fabio Ernesto Martínez Maldonado



Presentamos un conjunto de poemas de Fabio Ernesto Martínez Maldonado (Bogotá, Colombia, 1983). Poeta, Músico, compositor, Ingeniero Agrónomo – M.Sc. Ciencias Agrarias (Universidad Nacional de Colombia), y (c) Ph.D. en Ciencias (Universidad de São Paulo - Brasil). Publicó en coautoría los poemarios: Las Pasiones (2011) y Las Pasiones – Triestamentário (2012) (Universidad Nacional de Colombia, proyectos estudiantiles) y Nuevo sol (Editorial Entre Pueblos, México, 2021). Sus obras más recientes son Al final todo es retablo (Editorial Piedra de Toque, Colombia, 2019) y Geometrías de la tristeza (Editorial Ángeles de Papel, Perú, 2021). Presentó su obra en el Festival Internacional de poesía Jauría de Palabras (Bolivia, 2021), Festival Mundial de Poesía Contemporánea San Cristóbal de las casas (México, 2021), Feria de letras Iberoamericanas Literatelia FLIL (México, 2021) y VI recital internacional “Y la poesía se hizo joven” (Perú, 2021). Algunas de sus obras han sido traducidas al portugués (Revista Ruido Manifesto, Brasil) e italiano (Revista Kametsa, Perú). Compositor principal de las agrupaciones de música “Ayo é Monte”, “Defensa” y “A Media Lengua”. Cofundador del colectivo cultural Defensa (Colombia) e integrante del colectivo Trueque Poético (Bolivia).

 


Necrología

No sabes
cuántos vestuarios
tuve que habitar
para esconder
la tristeza.


Valeria Sandi

 

Te escribo
silencio
máquina precaria
de sueños,
montón
de lugares de amargura
de canciones
tristes,
todas.

Te vi
por primera vez
de frente
cuando vestías de hermano;
le arrebataste
el rostro
no era el mismo,
nunca somos los mismos
cuando
vestimos
de muerte.

Ahora
solo hay tierra
cada molécula
cada limite físico
es tierra
su primer nombre
es tierra
mi segundo nombre
una herida

No hay poesía
para tantos muertos
aunque
me sobren muertos
para hacer poesía.

 

 

Mis Muertos

Frente a la muerte sólo morirse cabe.
No debemos resistirnos al impacto terrible.
Déjate arrebatar por el silencio
y lo demás se te dará por graciosa añadidura.


Tristán Solarte

Mis muertos no sufren
la hierba
metida en sus huesos
les puso en la carne
una corteza
se han sacado el cuerpo
orbitan rosarios
ocultos
en su extinción
masiva
de lugares.

por dentro
mis muertos crecen
estiran la piel
salen
por mis ojos
evaporados
por dentro
todo lo vivo
repleto de tristeza
también
va muriendo

temo al invariable
pulso de frío
de todos mis muertos
llamándome
saben que quiero
colgarme del rostro
apretarme
las lagrimas
y a veces
invertirme la piel
para no ver
las heridas

Saben
de mi sombra corta
en horas previas
a la mañana
que no importan
los lugares futuros
son monstruos
con formas de madre
de hijo
y de silencios
convertidos
en retratos.

 

 

Noviembre 5

 

Tu abandono
rebasó mis bordes
los nervios
extensiones del miedo
tiemblan
como tiembla
el escondite
de mi memoria.

Mi imaginación
quebrada
de alucinarte
quiere sujetar tu imagen
y huir
como un pájaro
es una roca

las lágrimas
de las cosas
llegan
Bogotá
es
un
ataúd
gigante.

 

 

Composición de grito

Esta es la tierra oscura que ama mi corazón
Esta es la tierra en que quiero morir


Aurelio Arturo.

 


Anoche
desbordado
por las comisuras
de mi boca
un grito.
Lo agarre del pellejo
del movimiento
de sus variantes de viento
le puse un rostro
que presentarle
a los muertos,
le di una raíz
para encajarlo
en la tierra
que me sostiene

Mi grito
se ha detenido
en los pedazos
de corazón
deshabitados
en la fracción
de tiempo
que dura
la vida
durante la muerte

 

 

Retrospectivas

 

Qué pasará con los años
anteriores
la virginidad de la piel
limpia de cicatrices
la juventud de los órganos
sintientes
plataformas previas
al abismo.

Hoy volví la vista atrás
vi retratos
hundirse los ojos
cajuelas
vacías de memoria
sin el cuello roto.
No anunció
la suerte
vivir es la antesala del golpe,
la garganta
un albergue de tristeza,
no anunció
el daño
muerde
la escoria del amor
como un perro hambriento.

 

 

 

Epitafio

 

Hubo un tiempo en que fui viento
derramado en la montaña.

Jugueteaba en la canícula entre brisitas estivales,
me mezclaba entre la nagua,
tuve hijos,
fui cantante.

Me tendí en las pieles juveniles
habité las piernas de todas mis amantes
caminé de esquina a esquina mis heridas
me hice fuerte
fui cobarde.

De espalda al suelo mi locura;
los tramos de nervio que me quedan
son para la despedida.

 

 

Tribulaciones de vivo inconforme

 

La gente
es gente
por los cierres
transitorios
de su parpados,
por su aspecto
de figuras verticales
adheridas
a la tierra.

La gente
es gente
porque teme
habitar como semilla
en perspectiva
descendente,
llenarse
de raíces
desde adentro,
limpiarse
los huesos
con gusanos.

La gente
es gente
porque lleva
el dolor
en superficie,
la mirada caída
por un borde
y el silencio
compacto
de la muerte
cubierto
de membranas
vegetales



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