Revista Latinoemerica de Poesía

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J. J. Junieles: Poemas sobre el mundo del cine



 

En un principio, el cine tomó prestados los argumentos y los temas de literatura, lo cual facilitó su desarrollo industrial y cultural. Hoy en día, en un pequeño acto de justicia, es la literatura la que toma prestadas las técnicas narrativas y los grandes imaginarios del séptimo arte.

La poesía, como eso esencial que hace de un acto humano una obra de arte, no tiene límites artísticos, permea tanto el cine como el acto mismo de la escritura. Es precisamente de esta simbiosis, de esta reciprocidad poética del cine y la literatura que se nutre esta selección que nos presenta el poeta J. J. Junieles (Sincé, Sucre, 1970), una voz imprescindible en la literatura contemporánea colombiana.

 

 

 

LOS EXTRAS

A fuerza de costumbre los extras de las películas parecen fantasmas,
parientes del humo y del cero a la izquierda.

La camarera que lleva los platos, los borrachos que pelean en el bar,
el cartero a quien persigue un perro (y el perro también)

Alguien grita: ¡ corte !:
Los extras toman sus chaquetas, algunos son metidos en jaulas,
mientras que otros se cuelgan el bolso, y se marchan calle abajo.

 

 

 

NO ME HAGAS REÍR BUSTER KEATON
QUE TENGO LOS LABIOS ROTOS

A dónde vas Buster Keaton
con esa sonrisa de relojero ciego,
y esos ojos de barrilete suelto al que
la brisa empuja hasta las ramas de un árbol muerto
en un patio remoto.

Recién nacido y diciendo adiós desde siempre.
Hay poco de militante en tu mirada,
siempre pareces un niño que llega tarde
a su primer día de colegio.
Por eso los jarabes de tu madre
no mitigaron la angustia de sentirte
como un planeta con fiebre.

La historia no sabe a dónde ponerte,
porque eres como una estatua de dignidad
en la plaza central de la muerte.

 

 

 

NOTICIA DE JAMES DEAN

Paseando bajo la lluvia
en Time Square,
das un desamparo
que no tiene la muerte.

Te aqueja la soledad,
muchacho,
esa extraña enfermedad
de los que van solos al cine.

Jinmy, apenas hablas,
sabes que no hay regreso,
te tocó ser una de esas aves.

Tus manos ahogadas en los bolsillos,
llevan la única tierra a donde perteneces,
la que se lleva bajo las uñas.

 

 

 

UN VIEJO VECINO DE LONGUEVILLE INVITA A NICOLE KIDMAN

Ven desde tu tierra roja,
desde tu refugio allá en la vieja casa de Longueville,
donde mordías la tela de una muñeca pensando en cosas lejanas.

Entonces yo era tu vecino,
un patio y dos mundos más allá.
Aparta la cortina que te separa, asómate, deja que la luz se arrodille
y el mundo se abra como un mantel ante tus ojos,
que hacen olvidar el paso de las nubes.

No es el cielo que cae a pedazos,
son tus ojos,
la delgada marea de sus párpados;
es como ver el mar, y el mar nunca es igual dos veces.

Mis pies conocen el paisaje de tu espejo,
soy la sombra que ves pasar mientras te peinas.
Soy quien te llama cuando nadie te está llamando.

No tengas miedo, yo también leí a Emily Dickinson en voz baja,
y aprendí a no cerrar los ojos de la nuca en ciertas calles.
Un hombre que va solo al cine te está esperando.

Existe en este mundo una ciudad, una esquina, una puerta
que espera tus nudillos.
Nadie recuerda el nombre que pronuncia mientras sueña,
yo sí, es tu nombre,
que suena como el viento en valles y estaciones apacibles.

Ven y dile adiós al frío, a tus mejillas color de tarde derrotada.
Te enseñaré como se cazan las mariposas,
y haré que nazcan plumas en tu espalda.

 

 

 

INVITACIÓN A WINONA RYDER

Y yo sé querida Nani que también tienes frío
(y eso es un lugar común),
que sufres de melancolía,
que más allá de la luz eres una mujer temblando.

Dicen que mereces el Oscar por cada gesto,
ante la cámara, yo vislumbro otras escenas
algunas risas y mucha melancolía,
afectos frustrados y mentiras envueltas en papel
Blomingdales’s.

Yo sé, querida flaca,
que si estuvieras en este bar, justo enfrente mío,
aceptarías una copa, podríamos contarnos intimidades,
y por qué no, llegar a algo.

Lo harías por mí y lo paralelo de nuestras vidas,
por las sutiles diferencias,
por las escasas casualidades que nos separan;
sobre todo, por todas esas lágrimas
en aquellos rincones,
aquí en el tercer planeta más cerca del sol.

 

 

 


PALABRAS DE CONSUELO PARA JOHN CAZALE
(1935-1978 )

Qué diablos vas a hacer
con ese pan que tienes por alma,
muchacho.

Lo bueno de los golpes
(ay, los duros golpes, muchacho,
los del alma) es que por fin
descubres que no estás hecho de
porcelana.


Sigue tirando los dados, muchacho,
cuando el destino cierra una
puerta siempre abre una ventana:
lo que hace vivir y lo que hace morir
son plumas del mismo pájaro.

Habrá un después:
lo que vamos dejando atrás
es lo que nos hace ir hacia delante.

Muchacho,
recuerda siempre que vivir
a cada quien le cuesta lo suyo.

 

 

 


MÓNICA BELLUCCI EN EL BALDÍO

Sentado en una banca, el cielo arriba y otros lugares. Una mujer asomada en la ventana de un edificio me observa,
conozco esa expresión pero la ignoro. Miro de reojo el baldío junto al edificio,
un espacio donde ya no puedo entrar como en tantas otras partes por donde mi vida pasó como un relámpago,
sin darme jamás tiempo para detallar los actos, como quien conduce cuesta abajo una bicicleta sin frenos.
Por eso quizá esta tarde miro al cielo, tumbado en esta banca con un cigarro
entre labios, pensando en unicornios, esperando a que el día se enfríe.
Más tarde abrirán el cine y podré ver las piernas de Mónica / Bellucci en su última película,
la manera suya de mojarse los labios y llevar en la cara el orgullo de su cuerpo bien hecho.
La mujer del edificio parece adivinar mis pensamientos, y mis gustos,
por la forma como empieza a hacerme señales se diría que no le disgustan del todo.

 

 

 


EL PADRINO II: MICHAEL CORLEONE MIRA EL LAGO TAHOE

Más allá de la avanzada de las aguas,
Michael Corleone mira lo perdido y lo irremediable.

Sus ojos son como una tumba quemada,
recuerdan un templo sin dioses.
Toda la niebla que lo rodea parece salir de él.

Los perros de la calle
lo miran como los hombres miran
la agonía de los perros de la calle.

Hasta el viento cierra sus puertas
y un barco parece lamentarse a lo lejos.
A pesar de todo, Michael sabe
que a veces el corazón encuentra en las desgracias
el mejor de sus consuelos.

 

 


J. J. Junieles (Sincé, Sucre, 1970). Escritor, periodista y guionista. Sus últimas publicaciones son: Fotos de cosas que ya no están (Antología de cuentos. Collage Editores, 2015), y Con la luz que me queda basta (Cuentos, Panamericana Editorial, 2007) También ha publicado: Hombres solos en la fila del cine (Novela, 2004) y en poesía su último libro es: Barrio Blues (Collage Editores 20115)
En 2002 recibió el Premio Nacional de Literatura Ciudad de Bogotá, en 2007 se le confirió la Beca de Residencia Artística Banff Centre for the Arts de Canadá, y fue escogido para el proyecto Bogotá 39: los 39 escritores más representativos de la Literatura Latinoamericana. Ha sido profesor de Escritura Creativa de la Universidad Nacional de Colombia, y de guión en la Universidad Javeriana; entre otras instituciones. Parte de su obra ha sido traducida al inglés. Actualmente trabaja su segunda novela.

 



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