Revista Latinoemerica de Poesía

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Natalia Londoño Lizarazo



Presentamos un conjunto de poemas de Natalia Londoño Lizarazo (Bucaramanga, Colombia, 1986). Estudió licenciatura en Español y Literatura en la UIS y tiene una especialización en gestión educativa de la UDES. Perteneció al taller de Literatura de la UIS: Umpalá, y en la actualidad, pertenece al emblemático colectivo Cultural de mujeres poetas SI7TE. Tiene un poemario publicado Días distintos, 2009, y sus poemas están en numerosas revistas físicas digitales y antologías, entre ellas: "vanguardia liberal", revista de " Humanidades de la UIS", revista "Prometo", Revista "Puesto de Combate", Antología "Suma y Resta poética", revista "Norte- Sur" antología de "poemas de guerra", antología "la voz alucinada" por mencionar algunos. Ha sido invitada al Festival Internacional de poesía de Medellín en Bucaramanga, al Festival Internacional de poesía Bucaramanga, entre otros. Se encuentra trabajando en su segundo poemario Voces de fuego.

 

 

 

TARDÍO

 

En la vida lo único que aprendí rápido fue a leer y a decir mentiras.

Alos 5 años leía de corrido

Y decía mentiras blancas sin remordimientos,

Se atropellaban una tras otra

Hasta culminar en mi boca.

Aprendí a leer con la colección de cuentos clásicos amarillos           

 

De la cual aún hoy desconozco su nombre

0Pero recuerdo nítidamente que por aquel entonces creía que eran 100

Cuando en realidad son 30 y no vienen dentro de un cofre del tesoro.

El resto ha sido tardío

A partir de los 30 todo comenzó a ocurrir:

El amor simbolizado magistralmente por dos pequeñas y felices siluetas,

Aprendí a sonreír

A sentirme bella

A levantarme a deshoras

A cocinar con amor.

Ahora

Las mentiras se han vuelto poemas

Como lo predijo Pessoa

Y la lectura sigue siendo faro indefectible

Señal de vida

                         Ahondamiento de lo tardío.

 

 

 

 

HOMBRE FUGAZ

 

Nunca conocerás el timbre de mi voz en la madrugada

ni sabrás cuál era el tono exacto de mis ojos

tampoco degustarás mi café en las mañanas

mucho menos sentirás palpitar mi alma al ritmo de un son.

Pero

¿sabes algo?

yo también sólo quise tu cuerpo

esa forma que intuía torpe de penetrar mi superficie.

Yo también sólo quise tu cuerpo

ese breve relámpago irrumpiendo en mi infierno.

Yo también sólo quise tu cuerpo

esa cándida morbidez estimulando mis sentidos.

Así que

              hombre fugaz

                                          ahí te dejo.

 

 

 

 

Suelto el último broche de mi sostén

me siento libre

mi espalda respira

traspira

trasciende.

Suelto el último broche de mi sostén

como suelto el mundo

para dejarme ir en tus bien estructuradas mentiras

suelto el último broche de mi sostén

abriéndome al universo binario de tu boca.

Suelto el último broche de mi sostén

me entrego

desnuda y segura al nocturno de tu pupila

al humedal de tu sexo

a lo crustáceo que habita en tus huellas dactilares.

Suelto el último broche de mi sostén

                                                                  me ahondo en mí misma.

 

 

 

No todas las camas son iguales

las hay hechas para soñar:

semiblandas con acolchados suaves

y sábanas de seda.

 

Las hay hechas para reír:

Cómodas y confortables

prestas siempre a cualquier tipo de acción.

 

Las hay hechas para saltar:

Con doble resorte

doble King con sábanas estándar.

 

Las hechas para llorar:

Sombrías y sobrias

con sábanas unicolor oscuro.

 

Las hay hechas para abrazar:

Tersas, suaves, acolchadas

con sábanas de 380 hilos.

 

Hay camas hechas para amar y otras para hacer el amor:

Las primeras son cálidas, esponjosas, risueñas

generalmente vienen acompañadas de pequeñas siluetas

que sueñan, juegan y dan los mejores besos de mundo

su fragancia es de algodón.

Las de hacer el amor

son amplias y muy confortables

con fragancia a sándalo

sus sábanas han sido suavizadas con aceite de argán y azafrán.

 

Las hay hechas para follar:

amplias y sin tapujos

con espejos arriba

y sillas del castigo al costado.

 

Las hay hechas para mentir:

De ambiguas texturas

con alguna mancha evidente

sus sábanas son olorosas a jabón y lejía.

 

Las hay hechas para decir siempre la verdad:

Tipo King

Pulcras

Con almohadas de plumas

De blancas sábanas

Con 700 hilos

                         Magnífico ejemplar.

 

Las hay hechas para escribir:

De proporciones inciertas

con sábanas de 550 hilos

perfumadas con lavanda y menta

llenas siempre de agendas y textos por mitad.

 

Las hay hechas para morir:

Solitarias y amplias

de cedro natural

con gélidas y ausentes sábanas.

 

Por eso puedo afirmar con propiedad

que no todas las camas son iguales

cada quién le imprime

                                             Su matiz particular.



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