Revista Latinoemerica de Poesía

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69. Angye Gaona



Nota y selección por Hellman Pardo

 

En una laguna perdida, en un árbol desaparecido, en una carretera sostenida de promesas, se ha escrito Comentario sobre el carácter radical. La férrea región de Santander se describe en cada línea, como un salto donde cae el dolor de un territorio (como todo el país), en la culpa no otorgada. Nos lastima, sí, pero de lejos. Angye Gaona reconoce esa desolación y la atraviesa con el lenguaje. La guerra trae sus desaparecidos: “Los desenterrados se levantan formando obeliscos / ¿En dónde se dan cita los espíritus / que ya no reconocen / las arboledas ni las esquinas?”.
En una segunda parte del libro, la poeta nos aproxima a un ámbito más cicatrizado: “Vendrá tu mano / resolverá el ardid que separó / la corriente de luz la corriente de sombra / se juntará un ala con otra / sin heridas”.
Comentario sobre el carácter radical, libro ganador al estímulo de creación en Santander en 2015, está escrito con la mirada impetuosa de quien todo lo advierte.

 

 

ELEGÍA DE LAS PREGUNTAS


El oro se pierde tiempo abajo
se lo traga la tierra como a los muertos
El oro, pero ¿la lengua?
La lengua perdida ¿adónde va?

La voz de treinta mil Guanes da vueltas
en un bohío inmaterial

El agua también se pierde tiempo abajo
Se la tragan los hombres y las bestias
Lagunas perdidas, quebradas extintas
El agua negra se fue al mar, pero ¿la lengua? }
La lengua perdida ¿adónde va?

Los hombres y las bestias se pierden laguna adentro
La Laguna de los Caracoles era muy brava
se tragaba a las personas en el centro de la ciudad
La laguna se recuerda, pero ¿la lengua?
La lengua ya se ha ido en un viaje
junto a los Guanes sucumbidos en las minas

El nombre extinto de un ave extinta
El nombre del árbol desaparecido
El nombre del Río de Oro del Río Frío, ¿adónde han ido?
El agua extrañada de la laguna corrompida
por la sed de los hombres y el hollar de las bestias

El tiempo también se pierde, tiempo abajo
en el recuerdo del oro
de la lengua y la laguna desaparecidas

El tiempo da vueltas junto a los Guanes en un bohío inmaterial

Las gentes se ubican en el espacio
repiten Zapamanga
Bucarica
Chitota
Chimitá
Cuatro resguardos extintos
El tiempo da vueltas junto a las gentes
por los cuatro puntos cardinales
cuatro palabras que guardan una lengua
y la lengua completa, ¿adónde ha ido ya?

La lengua estaba hecha de piedra caliza
como las montañas y las cinchas
La lengua se desmoronó y se fue por los aires
formó estoraques inexplicables
Una peña llamada de Sumangá
aparece en las crónicas
desaparece en los mapas
y se dispersa espectral en la cabeza

Ahí en Chocoa, en Chocoíta
Guanes y Yariguíes se salen de la batea como el oro
y dan río abajo

Tiempo abajo otros Guanes escalan las cinchas
se refugian en una cueva inmaterial
lanzan luego su lengua a los abismos

Y el abismo tras la lengua, ¿adónde irá?

 

COMENTARIO SOBRE EL CARÁCTER RADICAL


Por lo imposible vamos
hasta el desgaste
nos hacemos matar
y a lo fiero

Guerras de medio siglo
nos dan la vuelta
y al cabo
hay que vernos
levantados
de lo más difícil
de lo rudo no más
entendemos

Ningún infierno nos ataja
sabemos esperar
y nos llaman díscolos
por preferir la muerte
al hastío

Nada qué perder en la desgracia

Las crías crecen en lo indócil
los mayores cultivan rayos
en las miradas
ellos conocen los nombres
de la libertad
perturbador tema nuestro
que impulsa el aire

Una turbulencia se nos antoja
no por osadía no por capricho
a lo imposible cultivamos
en las noches claras
lo guardamos
en anaqueles ocultos
hasta que llega el día

Por lo imposible vamos
hasta el desgaste
nos hacemos matar
y a lo fiero

Hay que vernos

 

 

BATALLA DE PALONEGRO


-¡Deponga las armas!
(silencio)
-¡Deponga las armas!
(silencio)

Y más silencio
conjugado en todos los tiempos
para el recuerdo de los generales
que mandan izar banderas con astas de huesos

y cómo se aplaca la ira de los clavos engastados en las rótulas
si apenas se escucha un Empujen para que se acabe esto
cuando se ven hostigados los invictos de Palonegro

Invictos, sí. Porque si nadie gana nadie pierde
y siguen peleando las vísceras en las afueras de la vida
a donde llevaron a los heridos aunque aleguen buen trato

Invictos todos, sí. Porque si nadie gana nadie debe doblar de
nuevo las rodillas
Pero me temo que las aves aquí se cargan con horrores
y habrá catres esperando con hambre el día 9
el día 15 de la batalla
cuando recoge la muerte sus despojos
y se desliza por el cafetal
hasta el Hospital de Campo Hermoso

Convéncete, mi amigo, de que jamás tendremos patria
la gastamos toda en ruinas
un solo escenario de siete leguas basta
para reducir su épica de huracanes a una hélice marchita
Siete leguas de rifles que se descuelgan a la muerte

Ya duérmete en la tierra que pasan los siglos de fiebres y viruelas
no llega la comida en mulas ni el agua
y sólo queda ya este agua que se tiñe con nuestra sangre
y la lepra esperándonos camino a casa

 

 

ALZANDO SOMBRA EN EL CAFETAL


El silencio trina en el cafetal
y en la sombra deja sus huellas
sus bosquejos

El día pleno saluda
Las nubes ocupadas levantan el sombrero

El silencio del cafetal se marcha
con las aves migratorias
Si con ellas se llevara las semillas
caídas al terreno
Alguien debe recogerlas
o la enfermedad de las plantas
se esparcirá por los suelos

¿Quién es más puntual
la cosecha
el mediodía
la enfermedad
o los jornaleros que madrugan
cuando los granos y los cielos enrojecen
y la fortuna teje sus aromas
en canastos nuevos bajo los almendros?

Ese es el juego y el de los espíritus
silbando por las eras
Las plantas saludan a sus dueños
Alguien arañó la tierra
puso la semilla a madurar
Alguien abrió el fruto en dos
Alguien dio las coordenadas del primer brote
y echó a las criaturas fuera del cascarón de la tierra

La sombra descansa al mediodía
cuidada por los cedros

 

 

RÍO DE PIEDRAS 


Yo vi una vez a un hombre correr sobre el lecho de un río
Corría perseguido por algún contrario
Impulsado por un motor infernal
Se las veía con el agua como si fuera tierra firme
y la piedra como si fuera barro

El agua a su paso se suprimía entre las calizas

Hoy no pregunto por el hombre sino por el río
En dónde está ese río sobrevolado por ese hombre
Y el hombre, acaso
¿habrá recuperado la cabeza que hacía correr a sus pies?

 

 

PÁRAMO DE SANTURBÁN, 2015


Se desprende una hoja cuando se corta un hilo en la
           vida subterránea
                       pero los piratas
caminan en las islas y las tundras canadienses pensando en los peces
                       y en el veneno
que expandirán en la lejana montaña de otro país
                       no oyen la advertencia del tótem iroqués
no ven su vuelo en los bosques estrechos habitados por sus
           hijos que gritan
                       aún hay tiempo
para dejar al agua en sus alfombras de musgo
                       al silencio en el páramo

y al oro
                       en calma

 

 

RUITOQUE

 
Te digo que esta paz de la meseta termina cincuenta
           metros adelante
Te advierto acerca de la endeble paz que la meseta acostumbra
A esta tierra le gustan los ángulos rectos
                                  No concede medias tintas
Se parte en dos
                                  Horizontal o vertical
                                  no las dos a la vez
Ten cuidado al descender
En el fondo te espera el goce de no regresar arriba
No sabes cuántas veces quisieron devolverse
los dioses cuando crearon
                                 estas tierras
que son más fuertes que los dioses

He aquí el salto
                                 detente, observa y gatea
                                 Ahora inventa un vuelo
                                 baja con lazos
                                 o lánzate en caída libre
                                 Despídete en todo caso
                                 de toda paz

No se te ocurra rezar
que es tierra de imposibles


Aquí nadie regresa a la misma cima

 

 

EL VENADO DE ORO, GRILL 


Yo entraría en la luz de lo que digo
Armando Rojas Guardia


Si me trajeras a lo oscuro para entregarme el corazón
y me dijeras que fuera de tu parte hasta mi casa
a reclamar para ti un cubierto de acero

Pero en cambio te apareces con entradas frías y salidas calientes
que yo acepto pensando en los bailes
y luego me traes serenatas pendencieras
que convencen sólo a los vecinos

Aparte de que he descubierto la indecente hipocresía de tus manos
y conozco íntimamente la intención con la que te calzas y te
              vistes de blanco

Ya sé que atrás de ti quedan las penas
mientras yo reproduzco el deseo de la melodía que no he
              escuchado nunca

 

ANGYE GAONA. Nació en Bucaramanga, Colombia, en 1980. En 2009, publicó su primer libro de poemas, Nacimiento Volátil, con ilustraciones de Natalia Rendón, editado en Italia y en Brasil en 2012. En 2010, realizó el poema digital “Los hijos del viento”, disponible en http://viento.wix.com/viento, un réquiem a los hombres y mujeres que murieron durante décadas de conflicto armado colombiano. En 2015, ganó el estímulo de creación departamental con su libro titulado Comentario sobre el carácter radical, trabajo del que se toman estos poemas y que refiere la historia, la geografía y la idiosincrasia del territorio. En la actualidad, se ocupa del impulso al movimiento cultural y social en su ciudad, con la dirección de actividades de promoción de la lectura entre niños, jóvenes y adultos mayores.



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