Revista Latinoemerica de Poesía

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Diana María Vega



 

 

Nota y selección de Henry Alexander Gómez

En Niños que vuelan, poemario de Diana María Vega, los elementos de la montaña retornan y dialogan con la ciudad. Es el agua que se mueve en todas sus formas. El río, la niebla, la llovizna, la palabra, el frío como estación del tiempo. Allí surge la poesía para explorar la calle y darle la vuelta. El elemento primordial para preguntar, para hurgar la soledad de quien observa en silencio. Hay en este libro otro cromatismo, un lenguaje en el que los sentidos se amplían y adquieren las propiedades de ese componente vital, esa esencia líquida que lo cubre todo, ya sea agua o poema.

Acá una selección del libro:

 

 

 

 

PALETA

A falta de colores
las palabras

 

 

 

 


CAMINO AL TRABAJO

Camino al trabajo conversaba con Dios, le contaba mis asuntos, mis agradecimientos, escuchaba sus recomendaciones; sus advertencias sobre algunas trampas, como la tristeza o el miedo.
Pasé a interrogarlo sobre un asunto que me afanaba, si sucedería esto o aquello. Como todos, confiaba en que Dios tendría la respuesta, mas todo lo que obtuve fue silencio.
El silencio de Dios es como una boca de tierra que se abre oscura, fría y profunda.
Dios no sabe. No conoce nada del futuro. Es como uno de esos amigos que tenemos, que nos llevan veinte o treinta años. Muestra opciones, calcula resultados. Él es un matemático y filósofo que conoce y aplica las leyes de la lógica. Pero no sabe. Dios no sabe el mañana.
Tras su silencio, vino su angustia en una nube oscura y pesada. Dios se lloviznó frente a mí; se lloviznó de vergüenza y temor por el futuro. En seguida el silencio fue mío. Callé como callan los niños al descubrir la desgracia de sus padres. Sepan, amigos. Dios no sabe nada. Y está tan asustado como nosotros.

 

 

 

 

 

TRAVESÍA

Vimos
que el color del oro era igual al del hambre o al del río

Me explicó
que en la noche las mujeres salen a lavar en las piedras las ropas de sus hombres
y cantan

Y que lo que se refleja en el agua no es la luna
sino pedacitos de voces que se caen en el río

 

 

 

 

 

RUIDO

Hay un silencio al fondo de una caminata nocturna

En la conversación de quien avanza tarde hacia su casa

Un silencio compuesto de vapores

Dormido en el listado de palabras
leche
pan
queso
onces para los niños

En la paz de los silencios hay un ruido
un estruendo que se oculta en cada cosa que se calla.

 

 

 

 

 

 

PALABRA BREVE

Llanto es una palabra breve
que se escurre por debajo de las gafas

Es una palabra común y salada
tiene doble ele
y cinco letras

Tal vez por eso
hay quienes la confunden con lluvia.

 

 

 

 

 

 

ORFANDAD DE MADRE

En la noche mojo mi cara con leche que ordeño de una teta de plástico
Soy una ternera huérfana de madre alimentada a distancia en esta incubadora de concreto

 

 

 

 

 

AGUA

La montaña tiene piel de piedra
y el amor de quien escala
para construir su hogar en el abismo

La montaña tiene el pulso lento y seco
y se defiende
con derrumbes y temblores

La montaña copula con la niebla
se viene en un salto cristalino y fresco
que resbala falda abajo
y transforma en verde
toda la Tierra

 

 

 

 


Diana María Vega es bogotana y poeta. Acaba de publicar su primer poemario Niños que Vuelan bajo el sello de la editorial Fundación Trilce.

 

 



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