Revista Latinoemerica de Poesía

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Tomas Tranströmer



 

Nota y selección de Alejandro Cortés González

 

Según palabras del mismo Tranströmer, “un poema no es otra cosa que un sueño en vigilia… El despertar es casi siempre una desilusión”. Como homenaje póstumo presentamos una selección de poemas pertenecientes a cada uno de sus libros de creación, no de antología. Leerlos es entrar al ensueño de la vigilia que nos propone un alejamiento del yo para dejar que el mundo hable, y, sin embargo -como lo comprueban muchos de sus más grandes poemas-, allí volverse a encontrar. 

Tomas Tranströmer, reparador de mundos rotos en centros penitenciarios (Prisión: Nueve Haikus del hospicio de jóvenes Hällby, 1959), sobreviviente a la hemiplejia que le arrebató el habla pero no el lenguaje (“De marzo del ‘79”, 1983) y que profetizó con exactitud aterradora 16 años antes (Bálticos, 1974), pianista de odas para la mano izquierda (“Allegro”, 1962), Premio Nobel de Literatura en 2011, ha entrado en la fiesta continua, donde no existe más la desilusión de despertar. “El mundo y yo dimos un salto el uno hacia el otro”, (“Cara a cara”, 1962).

 

 

 

De 17 poemas (1954)

 

 

OSTINATO

 

Bajo el punto circular de la calma del gavilán

rueda el mar retumbando en la luz,

muerde ciego su freno de algas y resopla

espuma en las orillas.

 

La tierra se enjuaga en oscuridad, en donde los murciélagos

se orientan. El gavilán se detiene y se vuelve una estrella.

El mar rueda retumbando y resopla

espuma en las orillas.

 

 

ARCHIPIÉLAGO OTOÑAL

 

De pronto, el caminante encuentra aquí el viejo,

enorme roble, como un alce petrificado con su interminable

cornamenta, frente a la fortaleza verdinegra

del mar de septiembre.

 

Tormenta nórdica. Es el tiempo en que

los racimos de serbas maduran. Despierto en la oscuridad,

oigo a las constelaciones piafar en sus establos,

en las alturas, sobre los árboles.

 

 

 

De Secretos en el camino (1958)

 

 

SECRETOS EN EL CAMINO (1)

 

La luz del día dio en el rostro de uno que dormía.

Su sueño fue avivado

pero no despertó.

 

La oscuridad dio en el rostro de uno que caminaba

entre los otros bajo los impacientes, fuertes

rayos del sol.

 

De pronto oscureció como a causa de un aguacero.

Yo estaba en una habitación que contenía todos los instantes:

un museo de mariposas.

 

Y sin embargo el sol, tan fuerte como antes.

Pintaban sus pinceles impacientes el mundo.

 

 

SECRETOS EN EL CAMINO (2)

 

Liviana, vuelve la bofetada de las esferas celestes.

La música, a nuestra sombra, inocente como

el agua de la fuente que sube entre animales salvajes,

artísticamente petrificada alrededor del chorro de agua.

Con las cuerdas disfrazadas de bosque.

Con las cuerdas como el aparejo del aguacero:

la lancha es azotada por los cascos de un aguacero

y en lo íntimo, en el atasco del giroscopio, alegría.

Esta tarde se refleja la bonanza del mundo,

cuando las cuerdas son instaladas, sin que nadie toque.

Inmóviles en la niebla, los árboles del bosque

y la tundra húmeda espejeando en sí misma.

La mitad muda de la música está aquí, como el olor

a resina anda en torno a ramas heridas por el rayo.

En cada hombre, un verano subterráneo.

En el cruce de caminos, una sombra,

y se aleja corriendo, siguiendo la trompeta de Bach.

La piedad inspira súbita cautela. Dejar

su disfraz de yo en esta playa

donde la ola golpea y se retira, golpea

y se retira.

 

 

 

De Prisión: Nueve Haikus del hospicio de jóvenes Hällby (1959)

 

 

Se juega al fútbol;

confusión, la pelota

va sobre el muro.

 

*

 

Vidas mal escritas:

la belleza persiste

como un tatuaje.

 

*

 

Noche: un camión

pasa, los internos

sueñan temblando.

 

*

 

Él bebe leche

y se duerme en su celda,

madre de piedra.

 

 

 

De El cielo a medio hacer (1962)

 

 

ALLEGRO

 

Toco Haydn después de un día negro

y siento un sencillo calor en mis manos.

 

Las teclas obedecen. Golpean suaves martillos.

el acorde es verde, vivo y sereno.

 

La música dice que la libertad existe

y que alguien no le paga impuesto al César.

 

Meto las manos en mis bolsillos Haydn

y finjo ser alguien que ve tranquilamente el mundo.

 

Izo bandera Haydn- Esto significa:

“No nos rendiremos. Pero queremos paz.”

 

La música es una casa de cristal en la ladera

donde vuelan las piedras, donde las piedras ruedan.

 

Y ruedan las piedras y la atraviesan

pero cada cristal queda intacto.

 

 

LA PAREJA

 

Apagan la lámpara y la pantalla blanca relumbra

un instante antes de desaparecer

como una pastilla en un vaso de oscuridad. Luego sube.

Las paredes del hotel brotan entre la oscuridad del cielo.

 

Los movimientos del amor han amainado y ellos duermen

pero sus más secretos pensamientos se encuentran

como se encuentran dos colores, fundiéndose uno en el otro

en el papel mojado de una pintura escolar.

 

Oscuridad y calma. Pero la ciudad se ha acercado

esta noche. Con ventanas a oscuras. Las casas han venido

Muy cerca, en apretada espera están,

muchedumbre de rostros inexpresivos.

 

 

CARA A CARA

 

En febrero lo vivo estaba inmóvil.

Los pájaros preferían no volar y el alma

roía en el paisaje como un barco

roza en el muelle al cual está amarrado.

 

Los árboles nos daban la espalda.

La altura de la nieve se medía con juncos.

Envejecían las huellas de pasos sobre el hielo.

Se derretía el lenguaje bajo un toldo.

 

Algo llegó hasta la ventana un día.

Se detuvo el trabajo, yo levanté la vista.

Los colores ardían. Todo se dio la vuelta.

El mundo y yo dimos un salto el uno hacia el otro.

 

 

 

De Tañidos y huellas (1966)

 

 

MÚSICA LENTA

 

El edificio está cerrado. El sol entra por las ventanas

y calienta la parte superior de los escritorios

que son tan fuertes como para cargar el peso del destino del hombre.

Estamos afuera hoy, junto a la extensa y ancha ladera.

Muchos llevan ropas oscuras. Uno puede estar al sol y cerrar los ojos

y sentir cómo es soplado lentamente hacia adelante.

Rara vez vengo hasta el agua. Pero ahora estoy aquí,

entre grandes piedras con espaldas pacíficas.

Piedras que lentamente han caminado hacia atrás desde las olas.

 

 

 

De Visión nocturna (1970)

 

 

RESPIRO EN JULIO

 

Quien yace de espaldas bajo los altos árboles

también está allá arriba. Se ramifica en miles de brotes,

se mece hacia delante y hacia atrás,

sentado en una catapulta que en cámara lenta se desprende.

 

Quien está junto a muelles hace guiños al agua.

Los muelles envejecen más rápido que los hombres.

Maderas agrisadas y piedras en el vientre.

Penetra sin embargo la luz cegadora.

 

Quien viaja el día entero en barca abierta

sobre los brillantes fiordos

se dormirá al final en una lámpara azul

mientras las islas reptan como grandes mariposas nocturnas

sobre el vidrio.

 

 

 

De Senderos (1973)

 

 

NOCHE DE DICIEMBRE ‘72

 

Aquí vengo yo, el hombre invisible, quizá al servicio

de una gran Memoria para vivir ahora. Y yo paso de largo

 

ante la clausurada iglesia blanca -allí dentro hay un santo

       de madera

sonriente, indefenso como si le hubiesen quitado las gafas.

 

Está solo. Todo lo demás es ahora, ahora, ahora. La fuerza

       de gravedad que nos oprime

hacia el trabajo diurno y la cama en la noche. La guerra.

 

 

 

De Bálticos (1974)

 

 

V

(Fragmento)

 

 

La música llega a un ser humano, él es compositor, él la interpreta,

         hace carrera, llega a ser Jefe del Conservatorio.

La coyuntura cambia, las autoridades lo condenan.

Como Jefe de la Fiscalía nombran a su alumno K****.

Es amenazado, degradado, desterrado.

Pasan algunos años y la desgracia se atenúa, es rehabilitado.

Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho

     con afasia, solo comprende frases cortas, dice palabras

Así, no lo alcanzan ni el ascenso ni la condena.

Pero la música permanece, sigue componiendo en su propio

         estilo,

se convierte en un fenómeno de la medicina por todos los años

         que le quedan por vivir

 

Escribió música para textos que ya no comprendía:

del mismo modo

expresamos con nuestras vidas algo

en el coro que tararea lapsus.

Las conferencias sobre la muerte duraron varios semestres.

Yo asistí con compañeros que no conocía

(¿quiénes sois?)

después nos fuimos cada uno a lo suyo, siluetas.

 

Miré hacia el cielo y la tierra frente a mí

y escribo desde entonces una larga carta a los muertos

en una máquina que no tiene cinta, sólo una estría de luz del

horizonte,

de modo que las palabras repiquetean y nada queda escrito.

 

 

 

De La barrera de la verdad (1978)

 

 

DESPUÉS DE UNA LARGA SEQUÍA

 

Ahora mismo el verano es gris; noches extrañas.

La lluvia se desliza desde el cielo

y en calma aterriza

como si se tratase de sorprender a alguien que duerme.

 

Los círculos de agua pululan en la superficie de la ensenada

y es la única superficie que hay

lo otro es altura y profundidad,

ascender y hundirse.

 

Dos troncos de abeto

emergen y se estiran en largas, huecas señales de tambor.

Lejos están las ciudades y el sol.

El trueno está en la hierba alta.

 

Es posible llamar a la isla de los espejismos.

Es posible oír esa voz gris.

Para el rayo, el hierro es miel.

Uno puede vivir con su código.

 

 

 

De La plaza salvaje (1983)

 

 

DE MARZO DEL ‘79

 

Cansado de todos los que llegan con palabras, palabras, pero no lenguaje

parto hacia la isla cubierta de nieve.

Lo salvaje no tiene palabras.

¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!

Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.

Lenguaje, pero no palabras.

 

 

VISIÓN DE LA MEMORIA

 

Una mañana de junio, demasiado temprano

para despertar, pero tarde para volver a dormirse.

 

Tengo que salir al verdor que está lleno

de recuerdos, y ellos me siguen con la mirada.

 

No se ven, se funden totalmente

con el fondo, camaleones perfectos.

 

Estoy a un paso de oírlos respirar

pero el canto del pájaro ensordece.

 

 

 

De Para vivos y muertos (1989)

 

 

RETRATO DE MUJER – SIGLO XIX

 

La voz se ahoga en el vestido. Sus ojos

siguen al gladiador. Y luego está

ella misma en la arena. ¿Es libre? Un marco dorado

aterroriza el cuadro.

 

 

 

 

De Góndola fúnebre (1996)

 

 

SOLSTICIO DE INVIERNO

 

Mi ropa irradia

un resplandor azul.

Solsticio de invierno.

Tintineantes panderetas de hielo.

Cierro los ojos.

Hay un mundo sordo,

hay una grieta

por la que los muertos

traspasan la frontera.

 

 

***

 

 

TOMAS TRANSTRÖMER. (Estocolmo, abril 15 de 1931 - Estocolmo, marzo 26 de 2015). Escritor, poeta y traductor sueco. Desde muy joven alternó su trabajo de psicólogo en centros penitenciarios y hospitales con la escritura de poemas, intentando transmitir cierto orden al mundo. Con un estilo propio, de «gestos pequeños», se interesó por los paisajes, la naturaleza, la psicología y los sueños.

En 1990 sufrió una hemiplejía que afectó la movilidad de la parte derecha de su cuerpo. Sin embargo, no detuvo su creación literaria.

Junto a Swedenborg y Strindberg, es uno de los escritores suecos que más ha influido en la poesía universal.

Ha ganado los premios Bonnier de Poesía, el Premio Internacional Neustadt de Literatura, el Oevralids, el Petrach de Alemania, y el galardón sueco del Foro Internacional de la Poesía. En 2011 recibió el Premio Nobel de Literatura.

 

OBRAS (No antologías)

1954 – 17 poemas (17 dikter)

1958 – Secretos en el Camino (Hemligheter på vägen)

1962 – El cielo a medio hacer (Den halvfärdiga himlen)

1966 – Tañidos y Huellas (Klanger och spår)

1970 – Visión Nocturna (Mörkerseende)

1973 – Senderos (Stigar)

1974 – Bálticos (Östersjöar)

1978 – La barrera de la verdad (Sanningsbarriären)

1983 – La Plaza salvaje (Det vilda torget)

1989 – Para vivos y muertos (För levande och döda)

1993 – Visión de la memoria (Minnena ser mig)

1996 – Góndola fúnebre (Sorgegondolen)

2003- Prisión: Nueve Haikus del hospicio de jóvenes Hällby, escrito en1959. (Fängelse: nio haikudikter från Hällby ungdomsfängelse, 1959) 



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