Revista Latinoemerica de Poesía

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201. Santiago Grijalva



La poesía de Santiago Grijalva (Ibarra, Ecuador; 1992) abre ventanas de asombro en los umbrales de lo pasajero. Sus versos hacen un viaje desde lo minúsculo a lo universal, poesía que medita ante el afán y el vértigo, ronda los ovillos de las horas al ritmo de la traslación de la tierra, sinuosa y veloz. Compartimos aquí un conjunto de sus poemas, entre ellos uno dedicado al personal médico durante la cuarentena. 

 

 

 

 SOLLOZO POR LA ÚLTIMA MONEDA EN EL BOLSILLO  

 

un pájaro parado en la mitad de un toro

me hacen vivir con humildad

Juan Gelman

 

 

Para saberme perdido, hambriento,

cansado, sediento, marginado, terrestre,

tristemente clase media, sudamericano,

tercer mundo, en vías de desarrollo, mal pisado,

medio centro partido cualquiera, para sentirme como Juan, Pedro, Andrés

Roberto, Mario, o cómo Lucia, Martina, Yannela, Consuelo, Alegría...

para saberme piel de ardilla, ropaje gris,

manguera de jardín, pan sin levadura, maíz sin mazorca,

comida en boca de inocente.

 

Para ser la quinta pata que siempre esconde el gato,

el perro que ladra y también muerde,

la abeja que pica dos veces,

la hormiga que no avanza con sus piernas,

la cigarra, la mula, el becerro, la alpaca

o alguna especie rara de anzuelo.

 

Por andarme descosiendo el abrigo para calentar a otros,

por andarme de bastonazos para guiar a las mariposas,

por andar de Diógenes, de altruista, de medio incauto,

de eterno retorno y somnoliento.

 

Para saber que al fin la pobreza no me ha mordido el cuello,

resguardo aquella última moneda

que no me brinda ningún tipo de felicidad,

pero tampoco me la arrebata,

no me compra nada,

pero puedo sacarla y decir que no me alcanza.

Es como cuando uno llega a cierta edad

y puede quejarse sobre la elasticidad de los músculos,

añadir suficientes arrugas para disimular años,

pero no para sentirse como edificio defectuoso.

 

La media mitad incompleta de todo,

es un bolsillo casi vacío,

ahora imaginemos si lo tuviéramos repleto...

 

(Propósitos de la belleza; 2020)

 

 

 

PROPÓSITOS DE LA BELLEZA

 

La belleza manifiesta

se consigue

al saber perdido el cometido.

 

Como una envoltura de caramelo

después de los niños

como

la escopeta después de la caza

como

la casa después de tu cuerpo.

 

(Propósitos de la belleza; 2020)

 

 

ACERCA DE LA COTIDIANIDAD 

 

Una acera,

tres cuerpos,

seis botellas.

 

Pienso, en lo ridículo

que resulta perder la razón.

 

Pero me siento entre ellos

y me acomodo una botella en el pecho.

 

Despierto,

solo cristales

y algunas monedas.

 

(Inédito)

 

 

LA ÚLTIMA LUCIÉRNAGA DE MARZO

  

Al personal médico en estos tiempos de cuarentena

 

 

Me gusta haber amado el silencio de las cortezas en el confinamiento

haber desmenuzado mi tiempo en tajos previamente advertidos a la comodidad.

Por la ventana no resuenan gritos acumulados de periódicos,

bocinas, denarios vendidos por antiguas monjas de claustro,

no hay pisotones, corridas de autobús, cabeceos cristianos en la avenida.

Por mi ventana

un hombre triste camina envuelto en un manto blanco,

despedaza el cansancio con la conmiseración patria de los aún con vida.

Desciende la mañana, arrastra en su paso insomne la vista lejana de su hijo en casa,

acumula los arrumacos cantados por las noches a ver si algún mirlo decide replicarlos

            en los oídos noctámbulos del infante.

Me asomo con vergüenza para esbozarle una sonrisa,

para convencerme y vanagloriarme de victorias leves e inocentes;

de haber hecho aquella llamada,

de haber encontrado el pretexto para rezongar a la gente en los noticieros,

de apropiarse de criterios estrictos y ajenos,

de haber sentido lástima por la gente sin techo en el encierro.

Tal vez el arrepentimiento me cueste medio minuto al día

            y así pueda tacharme de bueno.

Pero allá afuera, donde el mundo gira,

donde las camas se atiborran de recuerdos,

donde las fotografías familiares se recortan,

donde la nostalgia se parte en migas para toda la mesa,

es el sitio donde se escriben las verdaderas historias;

madres que no despiden a sus hijos,

hijos que despiden, cándidos, la caldera del recuerdo,

gente que recalienta la panela para que dure más que el hambre,

hambre que se come todos los restos en la espera,

esperas que se sobrellevan con rabia.

 

De qué me sirve todo el arrepentimiento

impregnado en esta piel irreverente.

 

Suenan las primeras noticias de la mañana.

Estoy seguro, no olvidaré la sonrisa

            de aquel que desciende con su manto blanco por la calle y

                        tristemente me saluda.

 

(Inédito)

 

 

VÍSPERAS

 

    Hay que resistir

verse las arterias y morir un poco

mover el espejo y desencajarse un tanto,

llevarla por los callejones

por los recodos de la infancia

por el dolor acostumbrado,

por las soledades escuálidas,

llevar de la mano a la costumbre

y sentarla a ver los manjares de los dioses,

verse incompleto, para que la completud

sea ilusoria vanidad de las arrugas.

 

Resistir días sin tu cuerpo,

sin el olor de la casa antigua de los domingos,

sin albercas para la humedad.

Resistir es más que enfilar la vanguardia

y romperse el alma

en el quinto sonar de una escopeta,

más que recoger la hojarasca del optimismo

y dibujar nuevas rosas en los entierros de los sueños.

 

Resistir es dominar la luz,

volverse terco en los sonidos y repetir

con grilletes en la voz,

la canción que únicamente

los huesos cantan en la mañana.

(Cerrar una ciudad; 2019)

 

  

RECUERDOS DE UNA NOCHE DE MAYO 

 

 

Y preguntas si esta es nuestra ciudad,

si el sol de medio verano existe sobre nosotros.

Me preguntas cómo será la luna antes de amarnos

y cómo cantarán los timbres.

 

A hurtadillas nos metemos en la cama:

 

¿Qué si aún fumo?

¿El porqué de la lluvia y las lágrimas?

 

Al otro lado del puerto

resopla en el ir de una barca mi cuestionamiento.

 

¿Que qué día es hoy?

¿Que si has cambiado tu perfume?

¿Qué si mi brazo debe esperarte?

¿Que si tus pies aún se cubren entre ellos?

 

Al amanecer nos queda una anémona en el pecho

y el concreto nos espera.

 

Nuestra ciudad

es la luz que se escapa de tu cuerpo.

  

(Cerrar una ciudad; 2019)

 

 

 

INCONEXO

 

Escucho lluvia golpeando el cristal,

a lo lejos, un par de niños juegan a

mantenerse secos

sin saber que su alma ha de quedar

empapada.

 

A un lado de los sonidos

aparecen dos ojos, encendidos de lluvia,

claros entre las sombras,

punzantes en la calcinante agonía de los

que los vieron.

 

Tras los residuos de luz encuentro un trazo

obtuso

imitando a la máquina roja de mi pecho

he muerto muchas veces por detrás de un

recuerdo.

 

Me vuelvo para verme en el espejo

pero el reflejo fue robado por el invierno.

Me busco en los ojos diminutos de las

hormigas

que visitan las moras de mi casa.

 

Ahora vuelvo a los cristales

para encontrar en ellos el reflejo perdido

de las moscas que han venido a visitarme

queriendo mi carne

únicamente encuentran polvo.

 

(Los desperdicios del polvo; 2018)

 

 

POESÍA

 

Nos queda poco por decir

las encías nos sangran al pronunciar tu nombre

el aliento se nos escapa al amarte

las lágrimas no permiten ver tu cielo en decadencia

y la luz nos rasga la pupila.

 

Nos dueles en el costado,

en el amor que se escapa como tren en la estación

cuando hemos naufragado.

 

Ya no existe imperativo que me corra de alegría.

 

La soledad no existe si no hay a quien dejar solo.

 

¡Ah, pero no pasa lo mismo con nosotros!

la poesía si existe sin poetas.

 

(Arreglos para la historia; 2017)

 

 

***

 

SANTIAGO GRIJALVA (Ibarra, Ecuador; 1992) Psicólogo Social Comunitario. Publicó los poemarios; La revolución de tus cuerpos (2015), Arreglos para la historia poemario (2017), Los desperdicios del polvo (2018) Cerrar una ciudad (New York Poetry Press, 2019), Propositti della belleza (Propósitos de la belleza; Raffaelli Editore, 2020). Consta en la Antología de Poesía Española Contemporánea "Y lo demás es Silencio Vol. II" (Chiado Editorial; Madrid, 2016), Seis poetas ecuatorianos (Editorial Caletita; México 2018). Sus poemas han sido publicados en la revista Aérea Revista Hispano Americana de Poesía (Santiago de Chile; 2018) Utopía (Edición N°93; 2016) Cuando E. P. Thompson se hizo poeta: revista de poesía política (N°4; 2017). Además, en varias revistas digitales en Iberoamérica. Participó como invitado en el Festival Internacional de poetas Poesía en Paralelo Cero (Ecuador, 2016) y Las líneas de su mano (Bogotá,2018), Jauría de palabras (Bolivia, 2019). Coordinador del Décimo y Undécimo Encuentro de poetas en Ecuador “Poesía en Paralelo Cero”.



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